Grassroots de la FIFA

Grassroots

Partidos entre equipos de pocos jugadores

Los partidos de fútbol con un número reducido de jugadores son altamente beneficiosos para los niños. Todas las observaciones y estudios efectuados demuestran que disfrutan más y aprenden mejor jugando con menos jugadores y con reglas adaptadas. Tocan el balón más a menudo, aprenden más rápido, y toman más decisiones a lo largo del encuentro. Además, la concentración aumenta, pues el balón nunca está muy lejos.

Los niños, por tanto, se implican más en el juego, puesto que realizan más movimientos y ejercicios, y aprecian la actividad mucho más que si jugaran en campos grandes. Menos jugadores sobre el terreno y en los equipos equivalen a más atención individual de los participantes. De esta manera tienen más oportunidades de marcar goles (que es lo que quiere todo niño), y los porteros (salvo en el fútbol 4) entran más en acción durante los partidos. Así las cosas, los chavales se implican más en las acciones de ataque y de defensa, se exponen más a todo tipo de peripecias con el balón y, por ende, se lo pasan mejor y aprenden más. 

Hay varias estadísticas importantes sobre los beneficios del fútbol reducido en comparación con el fútbol de once jugadores. Entre ellas:

·         Los jugadores tocan el balón 5 veces más a menudo en el fútbol 4, y 50% más en el fútbol 7.

·         Los jugadores afrontan duelos de uno contra uno tres veces más a menudo en el fútbol 4, y dos veces más a menudo en el fútbol 7.

·         De media, se marca un gol cada dos minutos en el fútbol 4, y cada cuatro minutos en el fútbol 7.

·         Las actuaciones de los porteros son de dos a cuatro veces más frecuentes en el fútbol 7 que en el fútbol 11.

·         El balón no está en juego el 8 % del tiempo en el fútbol 4, el 14% en el fútbol 7, y el 34% en el fútbol 11.

En el fútbol reducido, cada jugador:

·         juega todo el tiempo

·         recibe el balón a menudo

·         trata de marcar todo el tiempo

·         tiene libertad para jugar

·         siempre es alentado por el educador

·         es apoyado por sus padres y por los educadores

El juego y la alegría
Para los niños, lo más importante es jugar, y juegan por el placer de jugar. Disputar partidos es una parte esencial del entrenamiento, y los niños aprenden mejor jugando. El juego desarrolla la independencia y otras facultades, como la iniciativa y la capacidad de tomar decisiones (creatividad), pero también la relación con los demás y la consideración de los demás. Desde el punto de vista táctico, se trata de agilizar la visión de juego, el ataque y la defensa. Cada sesión de fútbol base debe incluir no obstante un tiempo de juego libre. Durante ese periodo, el educador se retirará de la acción y tomará cierta distancia. Así permitirá a los niños jugar sin restricciones y poner en práctica lo que han aprendido.

El terreno de juego
La dimensión del terreno es también muy importante. Debe estar adaptada a la edad, a la habilidad y al número de jugadores. Un terreno pequeño con un gran número de jugadores dificultará la práctica, y requerirá grandes habilidades técnicas y visión de juego. En general, no debe presumirse que todos los niños de 6 a 12 años tengan ya tales capacidades. Los niños presentan características diferentes según su desarrollo físico y técnico y, por tales motivos, las distintas dimensiones del fútbol reducido no son recomendables para todas las edades. Es importante seguir una evolución lógica, en donde los niños pasen de partidos de fútbol 4 (sin porteros) y terminen jugando al fútbol 9.

Fútbol reducido

Edad

6 – 8 años

9 – 10 años

11 – 12 años

4 contra 4

X

X

X

5 contra 5

X

X

X

7 contra 7

 

X

X

9 contra 9

 

 

X

Las porterías, el material
El tamaño de las porterías debe reflejar la edad de los niños. A niños pequeños, porterías pequeñas; a niños mayores, porterías mayores. Si es posible, conviene utilizar porterías con mallas. Las mallas amenizan notablemente los partidos. Si sólo hay disponibles porterías de fútbol 7, pueden reducirse con marcas de referencia. De lo contrario, se pueden hacer porterías simplemente utilizando señales como cuencos, conos o estacas. Asimismo, los dos equipos deben poder distinguirse fácilmente, por lo cual es necesario acondicionar el número suficiente de camisetas de distintos colores. 

Técnica de juego
Las capacidades técnicas tales como la posesión de la pelota, el tiro a puerta, el pase, el control, la conducción de balón o el golpeo con la cabeza son todas ellas puestas en práctica durante el juego, y pueden enseñarse y mejorarse con la aportación de los adversarios. En el transcurso del entrenamiento, es importante asegurarse de que se trabaja cada aspecto de la técnica. Si por ejemplo se pone un énfasis especial en el regate durante una sesión determinada, el formato debe elegirse adecuadamente para promover el regate.

Ejercicios y formatos de fútbol reducido
El fútbol se fundamenta en dos ideas básicas: marcar goles e impedir que los marque el contrario. La mejor forma de alcanzar estos objetivos es aplicar formatos de juego adaptados a los diferentes ejercicios.

·         El formato de juego más pequeño es el uno contra uno.

·         En este ejercicio, la concentración se pone en el aspecto técnico del regate y en la protección del balón.

·         El niño debe también aprender a imponerse y a utilizar correctamente su cuerpo.

·         Es además una cuestión de "yo y el balón".

En cuanto se añade otro participante a este ejercicio (2 contra 1), la situación cambia. El niño dispone ahora de la posibilidad de pasar la pelota y debe decidir por sí mismo qué opción elegir: ¿debe jugar él el balón o hacer el pase?

El siguiente nivel, con varios adversarios y compañeros, necesita más visión, más nociones de juego colectivo y más creatividad. Cuanto mayor es el número de participantes, más complejo es el juego. Por esta razón, es importante tener en cuenta la edad, y dejar que los niños vayan progresando al pasar de un juego reducido al siguiente y a terrenos de juego más grandes.

Otro argumento clave: en el fútbol reducido, los niños tocan muy a menudo la pelota y no pueden "esconderse". Más bien al contrario, deben buscar activamente el balón. Los encuentros de fútbol reducido son verdaderamente intensos. No debe subestimarse ninguna circunstancia, y el partido no puede prolongarse demasiado. Es necesario el uso de suplentes (emplazados al borde del terreno de juego), lo que permite mantener un ritmo elevado de actividad y de ejercicio. 

Según las capacidades y la edad, deben emplearse también formatos de juego sin porteros. Durante los primeros compases, es importante cerciorarse de que es fácil marcar goles. Eso anima a los niños a tirar a puerta y facilita además la enseñanza de la técnica. A los niños más adelantados hay que enfrentarlos a una mayor resistencia, y deben aprender a marcar goles sometidos a una mayor presión.

Eso exige la ampliación de la técnica, el paso a un nivel más avanzado y la introducción de un guardameta. En este sentido, es importante enseñar la táctica del juego a los porteros. Los partidos reducidos son perfectos para enseñar a los guardametas el aspecto táctico del juego (los tiros a puerta, las situaciones de presión, las oportunidades de iniciar ataques o contraataques, etc.).

En resumidas cuentas, los jugadores tocan el balón mucho más a menudo en el fútbol reducido. Efectúan más pases y abordan más a menudo el uno contra uno. La mayor frecuencia de situaciones en las que tienen que tomar decisiones ayuda a los niños a aprender y a adquirir una experiencia positiva, y su participación activa en el juego aumenta su placer de jugar. De esta manera, el juego se hace más fácil de comprender y, sobre todo, los niños se divierten y gozan más de la libertad de expresión con el balón en los pies.

(Extracto del manual Grassroots, distribuido a los instructores del programa)