Diseño de una tarea de entrenamiento


Diseño de una tarea de entrenamiento

12/03/2014/3 Comentarios/en Artículos /por admin

En el siguiente artículo trataremos de mostrar los pasos a seguir a la hora de diseñar una tarea de entrenamiento para que esta tenga una transferencia real en los jugadores.

De primeras, entendemos que los ejercicios presentes en cada uno de los entrenamientos deben simular problemas que los jugadores se encontraran en los próximos partidos o se han encontrado en el pasado y no han sabido solucionar. Estas tareas además deben fortalecer el modelo de juego del equipo, basado en las condiciones de los jugadores.

Para ello tratamos de diseñar tareas de entrenamiento donde estas situaciones se repitan constantemente para que la transferencia sea mayor. Para aprender, además de entender el porqué, hay que repetir. Que el jugador reconozca esa situación en un partido y sepa que hacer para poder solucionarla.

Para empezar, debemos seleccionar la situación que queremos tratar en el ejercicio y a través de la estructura del ejercicio y reglas de provocación1 buscaremos que esta situación logre repetirse en la tarea con cierta asiduidad.

Hay que tener en cuenta las variables en cuanto a la estructura del ejercicio, jugando con estas lograremos que la situación a trabajar aparezca en mayor o menos medida, son las siguientes:

  • Número de jugadores.
  • Jugadores por equipo.
  • Dimensión del espacio.
  • Número de contactos con el balón.
  • Resultado favorable o desfavorable.

Estas variables no son estándar para todas las tareas, habrán situaciones que requieran de un mayor o menor número de jugadores y/o espacio o de un número determinado de contactos para lograr que se cumpla la situación que queremos trabajar.

Para finalizar pasaremos a un ejemplo práctico de cómo diseñar una tarea de entrenamiento:

Antes de empezar, como hemos dicho anteriormente, hay que tener claro la situación que necesitamos trabajar. En este caso diseñaremos un ejercicio para trabajar la transición defensiva en inferioridad. Para que exista una transición defensiva, primero debe existir una pérdida o recuperación del equipo rival. Por lo tanto necesitamos que el equipo a defender la transición defensiva inicie la tarea para que pueda existir la pérdida de la que hablábamos y lo haga en inferioridad.


Iniciará la tarea el equipo rojo, como vemos en la imagen de arriba. Línea de 4 defensores se enfrenta a 6 jugadores ordenados en un sistema 2-3-1 (Jugadores ordenados según sistema a usar, en este caso usamos parte del 1-4-2-3-1). Ya desde el inicio tenemos la inferioridad que más tarde necesitaremos.

Para provocar la pérdida podemos incluir un objetivo para el equipo rojo. Ya sea finalizar en miniporterías, portería grande, etc. El objetivo del equipo rojo en este caso será atravesar en conducción cualquiera de las 3 puertas de conos situadas en el centro del campo. Como buscamos forzar una transición defensiva, subiremos la complejidad al equipo rojo limitándole los contactos con el balón a 2 e incluyendo una regla de provocación.

Regla de provocación: Equipo rojo tiene 10’’ para conseguir atravesar cualquiera de las puertas.

Con ello, facilitamos la recuperación del balón. Equipo rojo deberá tomar más riesgos por el tiempo y el número de contactos, esto favorecerá a la recuperación del equipo amarillo y le dará mucha más velocidad a la aparición de la situación a trabajar. Importante dejar claro el objetivo predominante a trabajar para no confundir al equipo.

Una vez equipo amarillo consigue robar, realizará un ataque sobre portería grande que equipo rojo deberá defender en inferioridad. Ya hemos logrado que aparezca la transición defensiva en inferioridad. Para darle un poco más de realismo a la situación, tras 5’’ de la recuperación un nuevo jugador del equipo rojo saldrá desde el medio campo para ayudar a su equipo. Por lo tanto, tras pérdida, equipo rojo deberá recular, temporizar hasta la llegada del 5º jugador, cerrar espacios interiores, ofrecer al rival carriles exteriores y tapar centro o tiro.

Equipo amarillo deberá aprovechar la recuperación y finalizar antes de que rival se reorganice correctamente y llegue el quinto jugador a equilibrar un poco la situación numérica.

Una vez finalizado el diseño del ejercicio y probado sobre el verde, es importante someterlo a un análisis y preguntarse si se han cumplido los objetivos a trabajar y como se podría mejorar para un mejor funcionamiento.